Las biomediciones según el método Ryodoraku

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La interpretación física de la técnica Ryodoraku del Dr. Nakatani. Revisa los principios del diagnóstico bioeléctrico y plantea todos los supuestos de regulación tras el diagnóstico. (Tapa blanda).

Nº de páginas: 173 pags.

DATOS DEL LIBRO

  • Editorial: AUTOR-EDITOR
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788494034213
  • Año edición: 2013
  • Plaza de edición: MADRID

Descripción

Las biomediciones según el método Ryodoraku

Prólogo

A mi estimado compañero y amigo Carlos Nogueira que ha tenido a bien darme la oportunidad de prologar «Las mediciones del Ryodoraku», un libro dedicado a explicar desde el punto de vista científico y occidental la base energética de la acupuntura.

Quisiera si me permitís contaros como llegó a mi vida la acupuntura. Hace más de 25 años me curé con dicha técnica. Tenía 14 años y me encontraba en Francia aprendiendo francés, por un intercambio familiar. Dio la casualidad que sufrí un ataque de alergia y mis padres «adoptivos» me llevaron a un médico alergólogo francés que me recomendó un antihistamínico. Cuando volví a España mis padres me llevaron a uno de los mejores alergólogos de Madrid que me dijo lo mismo, era alérgico al polvo y a los pólenes (gramíneas sobre todo). El tratamiento era el habitual entonces antihistamínicos, cortisona y una vacuna que me ponía en invierno (ahora se elaboran con moléculas que no atontan el SNC y no te duermen) y sigue siendo igual hoy en día. Pero llegó un momento en que el proceso alérgico no se presentaba solo en primavera, sino que era constante, durante todo el año. Y así entre lagrimeos, rinitis, estornudos y otros síntomas fue transcurriendo mi vida. Cuando hice el servicio militar con 27 años, conocí a un acupuntor, así que le pregunté si la acupuntura podría curarme mi alergia. Me contó que él había conseguido curar a un niño de ocho años de una rinitis severa y que se encontraba bien, Más no podía decirme, la acupuntura no era una técnica científica por aquel entonces y sólo podía remitirse a su práctica, otra demostración no había. Fui a su consulta, vi como era la acupuntura y los elementos que utilizaba, después me dirigí a la librería Espasa Calpe y me compré un libro de acupuntura para saber realmente de que iba. Como ya pueden
suponer en la Facultad de Medicina, nunca nos hablaron de esta técnica milenaria. En pocos días, después de masajear los puntos acupunturales adecuados y tras cambiar el vasoconstrictor por suero fisiológico, noté una gran mejoría. Había descubierto otra manera de encauzar la medicina, abrí los ojos a otras terapias y a pesar de la incredulidad de mis padres y animado porque una prima practicaba acupuntura, terminé haciéndome acupuntor.
Mi gran ilusión era ir a China y ver la práctica de la acupuntura in-situ. Pude hacerlo en los años 1992 y 1995 con diversos grupos de españoles. Y de esa manera me adentré en el mundo de la medicina tradicional china y de la acupuntura, incorporándola primero a mi práctica clínica diaria en mi consulta privada, y utilizándola después en la Clínica Ruber de Madrid durante todos los años que trabajé allí. A Carlos Nogueira le conocí después de mi primer viaje a China, fue en el primer congreso de acupuntura al que asistí en España, organizado, aunque a algunos les parezca mentira hoy, por el propio Ministerio de Sanidad y Consumo Español en Madrid. Allí acudió «la flor y nata» de los acupuntores españoles, entre ellos Carlos. El diploma lo tengo puesto aún en mi consulta, a mi espalda, junto al título de medicina, el título de acupuntura de la ciudad de Heilonjian de China y el Master de Acupuntura de la UCM, entre otros …
Carlos Nogueira se ha dedicado a la acupuntura en cuerpo y alma. Para mi es una herramienta más, quizás porque no tengo las facultades de Carlos como maestro acupuntor, pero me gusta pensar y así lo he constatado en mi práctica diaria que en patologías complejas no basta con una única técnica y hay que apostar por una medicina integrativa. En mi consulta trato al paciente con acupuntura, fitoterapia, oligoterapia, homeopatía, pares biomagnéticos, y otras terapias. Intento ir a la causa para tratarla si puedo de raíz, el mismo camino que ha recorrido Carlos Nogueira para llegar a las biomediciones, que supondrán una gran ayuda para todos los que utilizamos la acupuntura, porque, para que engañarnos, a todos nos ha ocurrido alguna vez que al tratar de explicar a un paciente que su patología se debía a un desequilibrio energético, sus rostros mudaban a un gesto de incredulidad manifiesta. Recuerdo que una vez tuve un problema con una paciente, al decirla que tenía una insuficiencia del yang de bazo y riñón, nunca lo entendió, pero ahí estaba el frío que marcaba su vida, hasta el punto de que terminó
comprándose la manta más abrigada que encontró para calentarse por la noche y poder dormir. No comprendía por qué había que tonificarla. Y aquí es dónde Carlos Nogueira nos ofrece una herramienta impagable con las biomediciones del Ryodoraku que explica en este fantástico libro. Por fin quienes se acerquen con mentalidad occidental a la acupuntura podrán encontrar las pruebas que siempre han buscado y puesto en tela de juicio, y que explican el valor que tiene la acupuntura como ciencia que es. De hecho cada vez existen más referencias en MedLine, y ya es especialidad médica en varios países del mundo como Brasil y México.
Todos los acupuntores hemos oído alguna vez que sabiendo bien el diagnóstico del paciente, cuántas menos agujas se pongan mejor. ¡Y que razón tienen! Pero llegar a ese nivel de conocimiento es muy complicado, si no te explican como hacerlo y eso es lo que consigue Carlos Nogueira en este libro, de manera sencilla, clara y con una redacción fácil que nos ayuda a visualizar los resonadores del cuerpo, a equilibrar un organismo con una máquina electrónica con su positivo o negativo, su yin-yang, su alto y bajo, su lado izquierdo – derecho y su anverso y reverso, con las explicaciones y la experiencia de un gran maestro como Carlos Nogueira Pérez. Les animo a que continúen leyendo el libro, nada sobra, todo vale, si lo hacen llegaran con la práctica a sentir la satisfacción de equilibrar, regular un organismo con la ayuda de las explicaciones que nos deja en este libro.
Gracias Carlos por esta oportunidad que me has brindado de prologar tu fantástico libro y espero que llegue primero a todas las consultas de los acupuntores de habla hispana y después al resto del mundo.

Dr. Santiago de la Rosa Iglesias

Pte. Comisión de Médicos Naturistas del ICOMEM Ex-Jefe de Servicio de la Clínica Ruber de Madrid (1987-1998)

Prólogo

Si el Dr. Carlos Nogueira no fuera un entrañable amigo que valora la amistad por encima de muchas otras consideraciones y no coincidiera con él en ello no habría aceptado su invitación para escribir este prólogo por la sencilla razón de que mis conocimientos sobre Acupuntura no están ni de lejos a la altura de los suyos y difícilmente podré hacer una valoración sobre el contenido de esta obra. Soy en cambio consciente de su conocimiento holístico sobre Salud y Medicina – desgraciadamente algo aun minoritario en una profesión médica no ya solo mediatizada por la gran industria farmacéutica sino en gran medida desinformada por ella- así como de la enorme labor pedagógica que a lo largo de décadas ha desarrollado en este ámbito no solo en España sino en muy diversos países. Es más, debo manifestar mi asombro y admiración ante el hecho de que a sus 70 años no solo siga trabajando activamente en su consulta y continúe impartiendo cursos por medio mundo sino que hasta ha encontrado tiempo para escribir un libro -otro más- tan pragmático y de utilidad real para el profesional como el que el lector tiene en sus manos.
Claro que el doctor Nogueira ha sido uno de esos médicos adelantados a su tiempo que empezó a estudiar Medicina Tradicional China cuando esta milenaria disciplina practicada hoy por decenas de miles de médicos en todo el mundo era considerada por la mayoría no ya un conocimiento sin valor superado por los modernos conocimientos científicos sino una forma de afrontar los problemas de salud que carecía de rigor. Postura obtusa por cierto que aún mantienen muchos ignorantes que presumen de pertenecer a la Medicina ortodoxa, convencional, alopática o farmacológica a la que algunos llaman pomposamente Medicina «Científica», ésa que tiene catalogadas miles de «enfermedades» de las que de la inmensa mayoría solo sabe dos cosas: que son de «etiología idiopática» (es decir, que ignora qué las causa) y que no sabe curarlas (y por eso se limita a tratarlas con fármacos sintomáticos o paliativos). Una postura similar pues a la mantenida con la Homeopatía.
Lo singular es que los representantes de los mismos colegios médicos que hasta unos años se burlaban públicamente tanto de la Homeopatía como de la Acupuntura hoy exigen que sean médicos los que las ejerzan en exclusiva a pesar de que a éstos no se les ha enseñado en las facultades absolutamente nada sobre ellas. Tragicómico… y quizás esperanzador si además de exigir que los médicos ejerzan tales terapias en exclusiva ¡al menos se forman en ellas! Y, sobre todo, si asumen los fundamentos y conocimientos en las que se basan porque es grotesco pedir eso y negarse paralelamente a admitir por ejemplo que si la Acupuntura funciona es porque existen en el organismo una serie de vórtices y canales energéticos que vitalizan el organismo: los chakras, meridianos y nadis.
Lo absurdo es que la eficacia de ambas disciplinas está avalada desde hace muchos años por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) al igual que la de muchas otras de las llamadas medicinas complementarias o alternativas que tantos médicos, en su ignorancia, desprecian solo porque no saben nada de ellas y eso les irrita. Irritación que debe haber llevado a algunos al paroxismo al saber que en septiembre de 2012 el Comité Internacional de Bioética de la UNESCO acordó durante su XIX reunión instar a todos los gobiernos del mundo a que garanticen el acceso de los ciudadanos a los tratamientos alternativos y a reconocerlos como «opción de la práctica médica «. Según explicó su presidente, Stefano Semplici, «hay que respetar la libertad de elección de los médicos que las practican y de sus pacientes «. El comité incluso instó a evaluar su eficacia, difundir desde las instituciones su conocimiento y establecer normas y protocolos de uso. Es más, ¡animó a integrarlas en el seno del sistema sanitario y a establecer normas de acreditación de los expertos que las ejercen! De hecho para el Comité Internacional de Bioética no deberían ser consideradas una segunda opción sino tratamientos realmente alternativos o complementarios de la Medicina convencional. En suma, pidió lo mismo que ya solicitó sin éxito el Consejo de Europa en su Resolución 1.206 de 1999.Y eso que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la eficacia de muchas de ellas, incluida la Medicina Tradicional China. Basta leer para comprobarlo el extenso documento Estrategia de la OMS sobre Medicina Tradicional 2002-2005, texto que supuso una auténtica defensa de las posibilidades terapéuticas -y de los beneficios económicos que se derivarían para la sociedad- si se legalizara y extendiera la práctica de las medicinas alternativas. Documento del que en España todos los gobiernos -de uno y otro signo político- han hecho caso omiso. Recordemos que para la OMS el concepto de Medicina Tradicional es sinónimo de Medicina Complementaria y Alternativa; lo que ocurre es que la OMS utiliza el término Medicina Tradicional cuando se hace referencia a África, Iberoamérica, el Sudeste Asiático y el Pacífico Occidental y el de Medicina Complementaria o Alternativa al referirse a Europa, Norteamérica y Australia pero son términos que se refieren a lo mismo: las medicinas o terapias no convencionales o alopáticas. En cuanto a lo que abarcan el propio documento de la OMS dice que se trata de «aquellas prácticas, enfoques, conocimientos y creencias sanitarias diversas que incorporan medicinas basadas en plantas, animales y/o minerales, terapias espirituales, técnicas manuales y ejercicios aplicados de forma individual o en combinación para mantener el bienestar además de tratas, diagnosticar y prevenir las enfermedades «. Incluyendo entre ellas de forma específica a la Medicina Tradicional China, el Ayurveda, la Naturopatía, el Unani, la Osteopatía, la Homeopatía, la Quiropráctica y las técnicas de Shiatsu, Hipnosis, Sanación, Meditación, Yoga y Qigong. La OMS admite igualmente que estas otras formas de afrontar la enfermedad «suscita un amplio abanico de reacciones, desde el entusiasmo no crítico hasta el escepticismo no informado » por lo que considera necesario implementar toda una estrategia política, económica, informativa, etc., para contribuir a su desarrollo e implantación allí donde aún no esté reconocida oficialmente. Cabe asimismo recordar que también la Asamblea General de la OMS instó por ello hace ya varios años a todos los gobiernos -la reunión se celebró en Ginebra (Suiza)- a que regularan la medicina natural y las medicinas alternativas a fin de lograr «la mayor evidencia posible de la idoneidad de esos tratamientos con criterios de seguridad, eficacia y calidad».
De hecho apoyándose en todo ello la Organización Médica Colegial española acordó en el 2009 -en asamblea y por unanimidad- pedir que la Homeopatía y la Acupuntura se consideren «actos médicos» que precisan de diagnóstico previo y deben pues ejercerse solo por personal cualificado en centros sanitarios debidamente autorizados a fin de «asegurarse de que sean ejercidas por profesionales con un conocimiento suficiente adquirido a través de los estudios reglados que determinen los Ministerios de Educación y de Sanidad». A quien esto escribe le parece obviamente bien que se regule de una vez la práctica de ambas disciplinas y, sobre todo, que la iniciativa parta de la organización médica colegial porque ésta se pasó décadas burlándose de ellas y de quienes las practicaban alegando -maliciosa y falsamente- que «carecían de fundamentación científica». Es evidente que los colegios médicos españoles optaron finalmente por
dejar de hacer el ridículo llevando la contraria a la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y, sobre todo, por dejar de menospreciar a los propios compañeros que durante años se formaron en ambas disciplinas por su cuenta ya que en las facultades de Medicina siguen sin impartirse estos conocimientos.
En fin, cabe congratularse porque al final ambas disciplinas llegarán a la universidad y probablemente ello contribuirá a que los médicos entiendan que muchas de las cosas que hoy se les está enseñando en ellas son falsas, sabrán de la existencia de los canales energéticos que vitalizan el organismo y entenderán de una vez que los tratamientos con fármacos sintéticos y meramente paliativos no sólo no se justifican en la mayor parte de las ocasiones sino que hay alternativas más eficaces y carentes de sus peligrosos efectos iatrogénicos. Pésima noticia en cambio para las grandes multinacionales farmacéuticas que viven de vender meros paliativos y se aseguran de no comercializar nada que resuelva una sola patología a fin de que quien tenga un problema de salud precise de sus fármacos toda la vida.
En suma, el doctor Carlos Nogueira tiene hoy la satisfacción de ver cómo aquellos colegas que durante décadas le miraron con una sonrisa entre conmiserativa y burlona hoy lo hacen con respeto… a la vez que con cierto resquemor en determinados casos ya que a nadie le gusta tener que reconocer que estaba equivocado. Satisfacción que será aún mayor el día en que sus obras terminen siendo recomendadas por los profesores que, más pronto que tarde, empezarán a impartir clases de Medicina Tradicional China en las universidades enseñando a fondo el uso de una de sus técnicas terapéuticas: la Acupuntura. Una enseñanza que podrá ser sin duda de calidad gracias al excelente trabajo desarrollado -entre otros- por el Dr. Carlos Nogueira, autor de ésta y otras muchas obras que se convertirán en el futuro en imprescindibles puntos de referencia.

José Antonio Campoy
Director de Discovery DSALUD
Presidente de la WorldAssociation for Cancer Research (WACR)

Índice

PRÓLOGO de Santiago de la Rosa Iglesias 9
PRÓLOGO de José Antonio Campoy 13
1. INTRODUCCIÓN 17
2. DIAGNÓSTICO EN MTCH 25
3. HISTORIA DE RYODORAKU 37
4. GRÁFICA RYODORAKU 43
5. METODOLOGÍA PRÁCTICA 49
6. INTERPRETACIÓN Y REGULACIÓN 63
6.A. SUPUESTOS SIMPLES 71
6.B. SUPUESTOS COMPLEJOS 111
6.C. REGULACIÓN PROGRESIVA 123
6.D. SUPUESTOS GENERALES 133
7. REGULACIÓN CON ELECTROACUPUNTURA RYODORAKU 155
8. BIBLIOGRAFÍA 163
9. BIOGRAFÍA DEL AUTOR 169